MAESTRO DE EDAFÓLOGOS

CARLOS ROQUERO DE LABURU (1924-2016)

Dr. Ingeniero Agrónomo


Naciones Unidas, a instancias de FAO, declaró 2015 Año Internacional de los Suelos, que son el objeto de estudio de la Edafología. Parece como si Carlos Roquero, catedrático emérito de Edafología, Presidente de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (1986-1994) y Vicepresidente de la Comisión de la Comisión VI de la Sociedad Internacional de la Ciencia del Suelo (1964-68), haya querido estar entre nosotros hasta que el suelo, este recurso natural no renovable a escala humana, alcanzase el reconocimiento internacional que merece, ya que de él depende la seguridad alimentaria, la calidad del agua y vida en el planeta.

El gran desarrollo de la Edafología o Ciencia del Suelo en España desde los años 1960, ha tenido en el Dr. Carlos Roquero a uno de sus más destacados protagonistas, como maestro de edafólogos y de ingenieros agrónomos, primero en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Valencia (1965-70) y, desde 1970 y a lo largo de muchos años, en la ETS de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid. Centro en el que se introdujo por primera vez en España la enseñanza de la Edafología en el plan de estudios de 1928.

El Profesor Roquero, persona estudiosa y permanente lector, ya fuese de documentación escrita como de la realidad en campo, mostró siempre una gran aptitud para la observación y el análisis, siempre con un espíritu crítico, lo que le llevaba a la innovación científica en docencia e investigación. Se interesó desde finales de los años 1950, siendo un pionero en España, por la conservación del suelo, participando en proyectos y especializándose becado en el Soil Conservation Service Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Publicaría poco después un libro precursor en España, Estudio sobre la Conservación y Mejora del Suelo en España, cuya vigencia se mantiene, y que en 1956 obtuvo el primer premio con motivo del Centenario Agronómico. Para completar su formación realizó estancias en Estados Unidos y se relacionó con prestigiosos investigadores, entre ellos, el geólogo Joaquín Gómez de Llarena; el fundador del Soil Conservation Service, Hugh Hammond Bennet, entre otros.

Durante unos años trabajó en el Ministerio de Agricultura, donde promovió la investigación en conservación de suelos. Incorporado a la ETSIA de Madrid impulsó la investigación y la docencia en materia de suelos en un contexto universitario muy desasistido, al no contar con infraestructuras de investigación, que se concentraban fuera de las universidades en aquellos años. Su trabajo personal en campo le proporcionó un apreciable caudal de conocimientos, tanto de los suelos españoles, como de otros países, tanto por su actividad como profesional, como profesor invitado o asistiendo a reuniones edafológicas, lo que le permitió adquirir una visión global de la Ciencia del Suelo.

Una personalidad tan singular y las cualidades humanas hacían del Profesor Roquero una persona entrañable. Enamorado de su trabajo, consideró siempre al estudiante como elemento activo de la docencia, llevándole a estudiar el suelo en campo. Supo transmitir a quienes hemos seguido sus clases su entusiasmo por el estudio del suelo. Además, su accesibilidad y disponibilidad permanentes hicieron que un grupo de jóvenes “protoedafólogos” se fuesen agrupando a su entorno y aprendieran una forma innovadora de enfocar el estudio del suelo, lo que posteriormente difundiríamos y practicaríamos en diversos puntos de la geografía española. No podía ser menos, si se tiene en cuenta que Carlos Roquero tenía una formación científica, profesional y humana como los grandes naturalistas. Por ello, su interés por el suelo no le hacía olvidar la educación de las personas y en los itinerarios edafológicos con él, no se dejaba de visitar la iglesia románica o la catedral gótica que se encontraría de camino.

Los trabajos realizados y las tesis dirigidas podrían haber generado una mayor rentabilidad científica para quien los propuso y dirigió, pero hay que reconocer que el publicar no fue un objetivo prioritario para el Profesor Roquero. Si su esfuerzo por aumentar los conocimientos de los suelos españoles resulta incontestable, quizás para un evaluador “a la page” tal vez pasase inadvertido. De todos modos, esta ingente labor a lo largo de los años ha dado lugar a un sinfín de publicaciones en revistas científicas de la especialidad, comunicaciones a congresos y reuniones, conferencias, etc.

La alta cualificación profesional y el reconocimiento internacional del Profesor Carlos Roquero se ponen de manifiesto en las numerosas colaboraciones con diversos organismos internacionales, lo que le llevó a realizar trabajos de transferencia de tecnología en Brasil, Haití, Madagascar, Argelia, Irak, Portugal, El Salvador y Costa de Marfil. En 2000 fue nombrado Socio de Honor de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo y en 2015 en el Simposio Nacional sobre Control de Degradación y Conservación de Suelos se le otorgó el Reconocimiento de la entidad.

Prof. Dr. Jaume Porta Presidente de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo Catedrático emérito de la Universidad de Lleida